Las pajitas de los Romero (padre e hija) y el lamento boliviano de Claudio del Pla

  • El diputado provincial Claudio del Pla se ha quejado amargamente de que su colega -y ahora candidata a Intendenta Municipal de la capital de la Provincia- Bettina Romero Marcuzzi haya impulsado un proyecto de ley para prohibir en Salta el uso de las pajitas de plástico, recordando que su padre (el de Bettina, no el de Del Pla) ‘ha desmontado más de 180.000 hectáreas’.
  • Amalgamas familiares con intencionalidad política

Según el memorioso diputado provincial, aquí no se ha de discutir si prohibir o no prohibir las pajitas es una buena medida para evitar la contaminación de los mares, sino si la joven Bettina tiene o no tiene autoridad para proponer su abolición, habida cuenta de su sonoro apellido y de la relación que la une con su padre.


Si este último es el único argumento que puede esgrimir el señor Del Pla para intentar sustraer legitimidad a la iniciativa de su colega, ya pueden los salteños tener una explicación de por qué el Partido Obrero está tan profundamente dividido en Salta.

En la vida en general, pero en la política en especial, es muy malo hacer amalgamas familiares, sobre todo cuando estas intentan pegar a unas generaciones con otras.

Bettina Romero tiene todo el derecho del mundo a que no se la identifique con su padre y a que los errores y aciertos de este la perjudiquen o la beneficien.

Por otro lado, no deja de ser una actitud cobarde y revanchista atacar a una persona por el apellido que porta, y por lo que quizá pudo haber hecho o dejado de hacer su padre, sin preguntarle antes a esa persona qué opina del asunto.

La iniciativa de Bettina Romero en relación con las pajitas es perfectamente consistente con la conservación de los recursos del planeta. Eso es lo primero que debería haber reconocido el diputado Del Pla, antes de recordar de forma oportunista los desmontes de Romero.

Pero es que habría que preguntarle a Del Pla cómo votaron los concejales del Partido Obrero cuando en el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Salta se votó por obligar a los supermercados a dar a sus clientes bolsas de plástico gratuitas, cuando en la mayor parte de los países civilizados estas bolsas están siendo sustituidas por otras menos peligrosas para el medio ambiente, y en aquellos establecimientos donde todavía hay bolsas de plástico, se venden a un precio bastante elevado y no se regalan, precisamente para desalentar su consumo.

Por supuesto que los desmontes de Romero son reprochables y mucho. No solo por Del Pla, sino por cualquiera que tenga un mínimo de conciencia cívica y medioambiental. Pero de allí a insinuar que la hija del exgobernador es una cínica por proponer la prohibición de las pajitas hay un trecho bastante grande.

Del Pla sin embargo tiene alguna ventaja en esta polémica, pues el padre de Bettina, para bien o para mal es conocido en Salta, como lo son también sus abuelos y bisabuelos tanto por parte de su padre como por parte de su madre. Y esto es mucho más de lo que puede decir Bettina de los ancestros del señor Del Pla, cuyos aciertos y errores son bastante desconocidos en Salta.