
Mientras un significativo número de medios de comunicación documentaba la presencia de la pareja gubernamental salteña en el recital que el cantante mexicano Luis Miguel ofreció anoche (martes 26 de febrero) en el estadio Orfeo de la ciudad de Córdoba, el sitio web flightaware.com confirmaba que el aparato Learjet con matrícula LV-BXD despegó esta mañana del aeropuerto de Salta a las 9.12 de la mañana, posándose sobre la pista del Aeropuerto Internacional Ingeniero Ambrosio Taravella a las 10.10.
Sin que se sepa qué fue hacer el avión a Córdoba y a quiénes transportaba, la misma aeronave reemprendió el vuelo a las 11.04, pero esta vez con destino al aeródromo de la localidad bonaerense de San Fernando, el más cercano a la residencia personal de Urtubey y Macedo en el conurbano.
El avión de la Provincia de Salta aterrizó allí a las 11.54, después de un vuelo de 50 minutos de duración.
Estos datos, que provienen de fuentes independientes, parecen confirmar que Urtubey y Macedo utilizaron el avión de la Provincia para abandonar la ciudad de Córdoba, tras haber asistido ambos al recital de Luis Miguel.
Y confirman también que, a mitad de semana, y tras una actividad completamente ajena a las funciones gubernamentales, el señor Urtubey se replegó hacia Buenos Aires y no hacia Salta, en donde teóricamente se encuentra su lugar de trabajo.
Como ha ocurrido ya en ocasiones anteriores y -de no remediarlo la oposición parlamentaria- seguirá ocurriendo hasta finales de año, el gobierno no ha dado la más mínima información ni sobre el uso del avión ni sobre el tiempo de trabajo que el Gobernador detrae de sus obligaciones y dedica a otros menesteres.
Los salteños recuerdan todavía, con una mezcla de pavor e indignación cívica, que cuando hace unos días se produjo el pico de la crecida del río Pilcomayo, que amenazó la vida de un número significativo de residentes ribereños en la Provincia de Salta, el gobernador Urtubey decidió regresar a Salta un día después, alegando que él «no trabaja los domingos». Muchos salteños se dan cuenta ahora que esta falta de prestación laboral se produce no solo los domingos, sino también los martes, los miércoles y los jueves, y los días que lo exijan el vedettismo de la pareja gubernamental o el calendario de su campaña presidencial.
